Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

28/11/2013

La Universidad de Deusto celebró una jornada sobre las cooperativas, los jóvenes y la intercooperación

Con la asistencia de 150 personas, mayoritariamente universitarios, tuvo lugar el pasado 21 de noviembre en la Universidad de Deusto una jornada sobre la transmisión de los valores cooperativos a los jóvenes y la intercooperación en la cooperativa del siglo XXI. En la jornada participaron representantes de la Academia Vasca de Derecho, la Asociación Internacional de Derecho Cooperativo, el Instituto de Estudios Fiscales, CIRIEC-España, GEZKI y la Facultad de Derecho de la Universidad de Deusto, con un éxito de participación y contenidos.

La primera ponencia corrió a cargo del profesor Antonio Fici, profesor de la Universidad de Molise (Italia), que destacó los valores que promueven las sociedades cooperativas, como el mutualismo, la prevalencia de la persona sobre el capital y el altruismo o la aportación de las cooperativas al interés general.

La juridificación de estos valores adquiere mayor relevancia hoy día como justificación de una regulación distinta para las cooperativas respecto a las sociedades mercantiles capitalistas. El profesor Fici animó a mantener estos elementos de la cooperativa que conforman su identidad y abogó por una conexión más estable y estrecha entre los juristas que estudian las cooperativas y el movimiento cooperativo, y entre juristas especializados en cooperativas de distintos países.

En segundo lugar intervino el profesor Monzón, presidente de CIRIEC-España, quien esbozó los grandes datos del cooperativismo a nivel mundial y estatal, destacando que mientras las empresas capitalistas han visto reducido su empleo en un 20% desde el inicio de la crisis, las cooperativas solo lo han reducido en un 8,4%, puesto que internalizan en muchas ocasiones los costes sociales.

La importancia de los grupos cooperativos

A partir de estos datos, el profesor Monzón destacó la importancia de la intercooperación para afrontar los retos de la globalización pero, al mismo tiempo, como una necesidad de preservar los valores cooperativos. Para finalizar recalcó que los grupos de cooperativas, como fórmula de intercooperación se construyen por coordinación, y no de forma subordinada y jerárquica como sucede en las sociedades de capital.

En definitiva, el profesor Monzón pidió la creación de grupos de presión en favor de las cooperativas y la promoción de alianzas con la sociedad civil, puesto que coinciden los intereses generales que ambas persiguen.

Sensibilidad de los jóvenes hacia la fórmula cooperativa

A continuación se dio paso a una mesa redonda, con dos participantes más. Por un lado, el profesor Baleren Bakaikoa, director de GEZKI, subrayó la sensibilidad de los jóvenes hacia las empresas de economía social, si bien encuentran muchas dificultades para utilizar el modelo cooperativo cuando los jóvenes tienen que ser los protagonistas de su propio empleo.

Destacó la posibilidad de crear ‘junior cooperativas’ por los alumnos de último curso, que cuentan con una ayuda del Gobierno Vasco condicionada a que, una vez terminados sus estudios, esta junior cooperativa se transforme en cooperativa de trabajo asociado.

Por otro lado, el profesor Divar (Universidad de Deusto) constató el riesgo de que la cooperativa se convierta en un gueto, una sociedad cerrada en su propio mutualismo. Según dicho profesor, la cooperativa debe asumir que es una forma societaria mercantil más, que compite en un mercado con el resto de formas mercantiles. Su valor diferencial respecto a las sociedades de capital, por tanto, no sería el mutualismo, sino la democracia económica y la participación general de sus socios en la economía a través de la cooperativa.

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