Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

10/09/2009

Entrevista con Juan José Domínguez Díaz, presidente pro témpore del Parlamento del Mercosur: ‘Vamos a agotar el Estatuto de Cooperativas, que va a dar una dinámica regional al sector’

Juan José Domínguez, uruguayo con raíces gallegas, es diputado de la Cámara de Representantes de la República de Uruguay y actual presidente pro témpore del Parlamento del Mercosur, cámara compartida por diputados de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, cuya sede se localiza en un antiguo y bello hotel-casino en Montevideo. Domínguez, de profesión peluquero, con la agitación política de los 60 y los 70 pasa a formar parte del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaro, en el que alcanzó la dirección. Con la dictadura fue preso y tras la amnistía se integró en la vida política para defender los intereses de los trabajadores y de los sectores más postergados del país.

-Sr. Domínguez, el Mercosur es una apuesta importante de integración regional, ¿Cómo ve su situación actual?

-El Mercosur surge de forma similar a lo que les ocurrió a ustedes en épocas recientes. Así como la Unión Europea parte de un acuerdo que tiene que ver con el hierro y el carbón, nosotros empezamos con acuerdos puntuales entre Argentina y Brasil, hasta que en 1991 decide crearse el Mercado Común del Sur. El objetivo inicial es dar respuestas aduaneras y comerciales, hasta que empieza a desarrollarse una nueva pata, que tiene más que ver con el Mercosur de los ciudadanos. Es así como se crea el Parlamento, que tengo el Honor de presidir durante los próximos seis meses. Por lo demás, me importa mucho seguir el tema de la integración, no sólo regional sino también con el resto de Iberoamérica, y por supuesto con Europa y el resto del mundo.

-¿El proceso de integración está siendo fácil?

-No es sencillo porque indudablemente nosotros tenemos una tradición propia de balcanización, como en su momento ocurrió en Europa. En nuestros países existen algunas culturas extremadamente nacionalistas, que tratan de impedir la integración como complementariedad en todos los aspectos culturales, deportivos y religiosos, aspectos en los que compartimos mucho, pero en los que sin embargo no podemos avanzar por culpa de una línea divisoria, de un río o de un arroyo. Creo que eso lo tenemos que superar y lo vamos a superar. Me parece que es una prueba de alta civilización y de desarrollo que es indispensable para el mundo.

-Y según su opinión, ¿Cuáles son los objetivos concretos del Parlamento del Mercosur?

-Primero que nada a nosotros nos parece que la parte social es fundamental y en la parte social tenemos que considerar en primer lugar los derechos humanos, donde tenemos que seguir librando batallas para que de verdad haya justicia en nuestros países. No hay que olvidar que en la región hubo una represión coordinada muy fuerte. En tema de economía nos parece que la economía social, el cooperativismo y el mutualismo suponen las bases para que una sociedad pueda cambiar. Un tercer tema fundamental es la agricultura, y específicamente la agricultura familiar, que tiene que estar presente, tiene que estar difundida y tiene que estar impulsada y apoyada como se debe. Y por supuesto están los temas claves de medio y largo plazo, como las infraestructuras y la energía. Nosotros necesitamos integrarnos en ese plano, que implica elevadas inversiones. Todos sabemos el coste que suponen los corredores oceánicos, carreteras e hidrovías, que las necesitamos también. Esos son los ejes que quiero desarrollar durante estos seis meses.

-Particularmente, la economía social está desempeñando un papel fundamental en el Parlamento del Mercosur con la reciente aprobación del Estatuto de Cooperativas. ¿Cómo valora esta aprobación?

-Vamos a agotar el Estatuto de Cooperativas, que va a dar una dinámica regional al sector, por encima de lo que hayan resuelto hasta ahora las cancillerías y demás administraciones nacionales. Vamos a dar la posibilidad de que una cooperativa del Paraguay se asocie con otra del Uruguay, de Brasil o de Argentina, inclusive de Venezuela cuando pueda ingresar. Es decir, estamos brindando posibilidades importantes para el desarrollo de la economía social. Tenemos que facilitar los estímulos para que la gente rompa su individualidad, y lo mismo que nos integramos los países y los pueblos en iniciativas como el Mercosur, los trabajadores se pueden integrar en las cooperativas para satisfacer sus principales necesidades.

-Uno de los temas que llama la atención es, además, el importante arraigo de las cooperativas en sus países. En cambio, ¿la coyuntura económica actual, puede suponer un retroceso para ellas?

-Nuestros países tienen una buena historia de cooperativismo. Seguramente se debilitó en algunos momentos, principalmente en las dictaduras, donde las cooperativas y los cooperativistas fueron perseguidos. Pero además en el neoliberalismo económico se genera la triste y falsa perspectiva de que el hombre solo se puede desarrollar exclusivamente y satisfacer todas sus necesidades a través de su individualidad propia. Me parece que ese ha sido uno de los golpes más fuertes, y estamos retomando iniciativas para cambiar ese modelo. Con ellas esperamos mejorar el marco normativo que permita la creación de nuevas empresas autogestionadas, que resuelvan las necesidades de nuestros pueblos.

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