Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

23/06/2022

Las mujeres superan a los hombres por vez primera en los puestos de dirección de organizaciones del Tercer Sector

Fundación Lealtad lleva más de una década analizando la participación de las mujeres en los puestos directivos de las asociaciones y fundaciones acreditadas con su sello ‘Dona con Confianza’, y este año ha supuesto un hito en esa trayectoria. Por primera vez, las directoras son mayoría: el 53% de las entidades tienen a una mujer como directora, lo que representa un incremento de 6 puntos porcentuales respecto a 2021. Si hablamos del promedio en juntas directivas y patronatos, el porcentaje es del 46%.

Así lo ha anunciado Ana Benavides, directora general de la Fundación Lealtad, en un artículo publicado en ‘El Economista’, que aclara que el sello ‘Dona con Confianza’ es un distintivo que reconoce a las ONG que cumplen íntegramente los 9 Principios de Transparencia y Buenas Prácticas de gestión. Su objetivo es reforzar la confianza en las ONG de los donantes particulares e institucionales.

Benavides recuerda que a fecha de hoy, y según los últimos datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la representación femenina en los consejos de administración de las empresas cotizadas es del 26%. Si miramos al ámbito educativo, el último informe 'Datos y cifras del Sistema Universitario Español', del Ministerio de Universidades, indica que las mujeres solo representan el 22% de los puestos de catedráticos universitarios. Por tanto, la presencia femenina es claramente mayor en los órganos de gobierno de las entidades del Tercer Sector.

La directora general de la Fundación Lealtad advierte que una visión simplista podría relacionar estos datos con la idea de que dirigir una ONG es más sencillo que dirigir una empresa. Pero la realidad es que esto no es así, y pone como ejemplo la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la más grande de todas las acreditadas por Fundación Lealtad con una mujer al frente, que maneja un presupuesto de 83 millones de euros, tiene en su estructura más de un millar de empleados y más de 29.000 voluntarios repartidos en 52 sedes provinciales y más de 1.000 localidades.

Mayor porcentaje de mujeres empleadas y de voluntarias

Sí es cierto que el Tercer Sector tradicionalmente ha atraído en gran medida la participación femenina. De hecho, según los últimos datos publicados por la Plataforma de ONG de Acción Social, las mujeres suponen el 76% del personal empleado por asociaciones y fundaciones, y representan el 66% del voluntariado que éstas movilizan para llevar a cabo su acción social. Pero ellas están escalando hacia los puestos más altos de responsabilidad y toma de decisiones. Es decir, “el Tercer Sector está haciendo los deberes de la igualdad de género y aprobándolos con nota, por lo que puede sentirse orgulloso de ello”, afirma Ana Benavides.

La importancia del tamaño y de la antigüedad de las organizaciones

Sin embargo, Benavides advierte que tampoco debemos dejarnos llevar por la euforia, ya que la presencia de la mujer en los órganos de dirección de entidades no lucrativas es inversamente proporcional a su presupuesto. O dicho de otro modo, cuanto mayor es el tamaño de la ONG, menor es el porcentaje de mujeres que hay al frente. De hecho, el presupuesto medio de las entidades con directores casi duplica al de las ONG con directoras: ellos gestionan una media de 6,6 millones de euros mientras ellas gestionan una media de 3,7 millones.

Otro aspecto a tener en cuenta es la edad de las organizaciones. Nuevamente, la proporción es inversamente proporcional: a más años de vida de las ONG, menos mujeres directivas. En las entidades constituidas a partir del año 2000 encontramos mayor presencia femenina tanto en su dirección ejecutiva (60%), como en sus órganos de gobierno (59%).

Esto revela una tendencia positiva: la sociedad española va evolucionando hacia la igualdad de oportunidades, al menos a lo que al Tercer Sector se refiere. Benavides concluye su artículo en ‘El Economista’, animando a seguir avanzando “hacia una realidad en la que no tengamos que hablar de paridad ni de cuotas, simplemente de méritos y de talento, con independencia del género”.

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