Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

29/06/2016

Un estudio de FUNCAS avala el mejor comportamiento de la economía social durante los años de crisis

La economía social ha resistido globalmente mejor que el resto de la economía y ha permitido limitar de manera significativa los efectos de la crisis en varios niveles: en la supervivencia de empresas, en la creación de empleos, en la integración laboral y social, en la lucha contra la exclusión y en la previsión social. Es la conclusión del estudio ‘La crisis, ¿una oportunidad para la economía social española?’, editado por FUNCAS (115 pp.), y que resalta el carácter contracíclico y anticrisis del sector. El trabajo, realizado por el técnico investigador Pierre Perard, cita entre sus fuentes a numerosos estudios de CIRIEC, tanto de carácter estadístico como de conceptualización de la economía social.

La metodología utilizada en el estudio se basa en la recopilación de datos estadísticos relativos al mercado laboral y a la economía social, así como la reseña de normativas y análisis de políticas públicas de economía social a nivel estatal y autonómico. Se basa también en una serie de entrevistas realizadas a representantes de las cinco grandes familias de la economía social en España: cooperativas, mutualidades, sociedades laborales, asociaciones y fundaciones.

Los datos destacan que la economía social tiene un peso económico y humano que crece de manera constante en Europa. En 2009-2010 representaba el 10% de todas las empresas de la UE y el 6,5% del empleo total remunerado (datos estudios CESE-CIRIEC). Entre 2003 y 2010 el empleo remunerado en este sector se incrementó en un 26,8% y de todas las empresas creadas anualmente en Europa una cuarta parte fueron empresas de economía social.

En España, donde el sector representa el 10% del PIB y el 6,7% del empleo total, se vuelve a demostrar que la economía social ha resistido mejor la crisis que el resto de empresas, tendencia que se ha reflejado en la evolución reciente del empleo cooperativista. En 2007 había en España 15,3 empleos en las cooperativas por cada 1.000 ocupados totales; la cifra alcanzaba los 16,3 en 2015, es decir, un aumento de más del 6%. Este incremento prácticamente se duplica si se compara el empleo en las cooperativas con el empleo privado total en España (11%).

En relación con el subsector no de mercado de la economía social o tercer sector de acción social, el estudio destaca el valor del voluntariado, que ha representado un apoyo crucial para estas entidades. “Se estima en cerca de 1,3 millones el número de personas voluntarias en el tercer sector en 2013, es decir, un aumento del 31% respecto a 2008”, explica. También apunta al “giro asistencial” de las asociaciones y fundaciones durante la crisis, concentrándose casi exclusivamente en actividades de atención a lo urgente y en la prestación básica de servicios (por encima de acciones de reivindicación de derechos o de sensibilización y de abogacía social).

Insuficiencia de las políticas públicas

Pese a funcionar como amortiguador, el libro señala que la crisis ha golpeado también a la economía social, sobre todo a las sociedades laborales. Por otra parte, advierte que las políticas públicas de fomento del sector se han mostrado insuficientes estos últimos años, lo que ha debilitado muchas estructuras, en especial las que dependen directamente de la financiación pública, como las asociaciones.

A este respecto, el estudio insiste en que algunas políticas tradicionalmente utilizadas en España para fomentar la economía social “no sólo no han impulsado el sector sino que han frenado su desarrollo. Es el caso de las medidas presupuestarias”.

El libro concluye recordando las reivindicaciones fundamentales de los actores del sector, apoyadas tanto a nivel nacional, principalmente por CEPES, como a nivel europeo, especialmente por Social Economy Europe. Dichas reivindicaciones se centran en un mayor apoyo político; la participación del sector en las mesas de diálogo social; el incremento y mejora de los instrumentos de financiación, y un mayor acceso a la contratación pública.

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