Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

17/03/2016

Jorge de Sá, presidente de CIRIEC-Portugal: “Esperamos que el nuevo Gobierno portugués desarrolle significativamente la nueva Ley de Bases de Economía Social”

Jorge de Sá es profesor en la Universidad de Lisboa, en el Instituto Superior de Ciencias Sociales y Políticas, ISCSP; es presidente de CIRIEC-Portugal y vicepresidente de CIRIEC-Internacional. Es también empresario en el sector del marketing político y demoscopia, en la consultora Aximage. En estos momentos está organizando en Coimbra el VIII Coloquio Ibérico de Cooperativismo y Economía Social, con la colaboración de CIRIEC-España, “en el marco de una relación muy cordial, estrecha, de muchos años con la sección española del CIRIEC”, como él mismo refiere. En la presente entrevista, Jorge de Sá reflexiona sobre el nuevo Gobierno de Portugal, así como sobre el papel del CIRIEC y de las universidades portuguesas en la investigación y el fomento de la economía social.

-Estimado Jorge de Sá, Portugal ha estrenado nuevo Gobierno ¿qué perspectivas genera el mismo para la economía social?
-Esperamos mucho del nuevo Gobierno. Esperamos que pueda desarrollar significativamente la Ley de Bases de Economía Social, una ley, como la española, aprobada por unanimidad en el parlamento portugués. Tengo que decir que el CIRIEC-Portugal desarrolló un papel importante para lograr el consenso que permitió la aprobación unánime de la Ley, y también el propio CIRIEC-España, con José Luis Monzón y José Mª Pérez de Uralde, que aportaron la experiencia de la Ley española. Rui Namorado tuvo también un papel muy relevante. La Constitución portuguesa habla de tres pilares de la economía del país: la economía pública, la economía privada y la economía cooperativa y social. Esos tres sectores están en las mismas condiciones y están en la reserva constitucional, que no se puede modificar. El Gobierno anterior se concentró en la parte de asistencia social, más que en la perspectiva de la Economía Social como un todo, y como la conocemos internacionalmente, con su sector mercantil, esencialmente cooperativo, y del sector asistencial. La Economía Social en conjunto puede constituir un motor importante para la cohesión social, para el desarrollo local, y falta esta visión global.

-¿Qué peso tiene la economía social en el país? y ¿cuáles son sus principales actores?
-La Economía Social portuguesa, según las cuentas satélite que elaboramos con datos de 2010, representa un VAB del 2,8% de la economía del país, más que el sector bancario, y el 5,2% del empleo total. El sector mercantil de la economía social lo representan unas 2.700 cooperativas, que emplean a 32.000 personas a tiempo completo; y 102 mutualidades, de las cuales 74 están activas. En el sector mutualista tenemos el Montepio Geral, que representa el 60% del mutualismo portugués en número de socios. En total hay 1,1 millones de socios de mutualidades, en una población de 10 millones de personas. De ellos, más de 600.000 son del Montepio Geral. Por su parte, el sector no mercantil de la economía social representa la otra mitad de la economía social, y por lo general vive de subsidios públicos. Está compuesto por asociaciones, fundaciones, las misericordias, así como por las entidades con estatuto IPSS).

-En España, nuestros datos han podido corroborar que la economía social ha resistido notablemente mejor a la crisis ¿ha ocurrido lo mismo en Portugal?
-En efecto, existen estudios en Portugal en los que se demuestra que las cooperativas han destruido menos empleo, incluso han creado más empleo que la economía en general. Además, han generado empleo joven y para mujeres. Las cooperativas, y eso es una característica genética de la economía social, se adaptan mejor a las situaciones, y ello tiene que ver también con sus fines no estrictamente lucrativos, ya que lo primero son las personas. En el lado asistencialista, el Estado está contratando al sector para desarrollar servicios asistenciales, ya que le es más barato. Los funcionarios ganan más de la media, y en el sector de la Economía social asistencialista la remuneración es un 20% más reducida. Además, hay mucho trabajo voluntario.

-Las universidades en Portugal, ¿tienen interés en la docencia e investigación en Economía Social?
-Hay un interés creciente en las universidades portuguesas por la economía social. Es una pena que el término aún no esté del todo extendido, pero el interés va creciendo poco a poco. Hay postgrados en economía social en Lisboa y en Oporto. Hay un máster también en Santarem. La investigación también está aumentando, aunque va un poco por detrás.

-Usted preside la sección portuguesa del CIRIEC ¿cuáles son los orígenes de esta sección?
-La sección portuguesa del CIRIEC tiene su origen en una asociación anterior, que se llamaba CEEPS, Centro de Estudios en Economía Pública y Social, con la misma inspiración que CIRIEC. Dicha asociación estaba compuesta por gente que conocía el CIRIEC pero en principio decidieron no asociarse. Se asocian un tiempo después a CIRIEC-Internacional, asociación que ha cumplido ya 20 años.

-Desde CIRIEC-Portugal como desde CIRIEC-España existe una relación muy intensa con la economía social latinoamericana ¿cómo contempla esas relaciones?
-Tenemos una proximidad muy grande, facilidad de diálogo, un espacio enorme de desarrollo,... Recientemente se refundó el CIRIEC-Brasil, pero el CIRIEC está presente también en Argentina, Venezuela y en Colombia, y hay interés en Perú, México y en Costa Rica. Nosotros tenemos con Brasil un espacio en el que nos entendemos muy bien. Además de nuestras relaciones, tenemos realidades muy próximas, igual que concepciones sobre la economía social muy comunes. Trabajamos juntos también con el CIRIEC-Internacional, con nuestros amigos belgas, franceses, italianos, con los que nos sentimos también muy próximos.

-Por último recordar que el último gran congreso de CIRIEC fue el año pasado en Lisboa ¿qué valoración hace de este Congreso?
-Fue un evento notable el congreso de Lisboa, donde el grupo más numerosos de participantes fueron españoles. Tuvimos la presencia del primer ministro, lo que permitió ganar notoriedad a la economía social. Hay un memorando que se está desarrollando y esperamos que haya nuevos eventos, como el que estamos organizando ahora en Coimbra, el VIII Coloquio Ibérico de Cooperativismo y Economía Social, que sigue la tradición iniciada a principios de siglo, con la colaboración de CIRIEC-España y el INSCOOP.

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