Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

30/01/2014

El Encuentro ‘Social Entrepreneurs, have your say!’ concluye con la Declaración de Estrasburgo, que pide desbloquear el potencial de las empresas sociales y de economía social

Los pasados 16 y 17 de enero se reunieron en Estrasburgo más de 2.000 representes y partidarios de la economía social y las empresas sociales europeas, en el marco del Encuentro ‘Emprendedores sociales, tomad la palabra’, evento organizado por la Comisión Europea, el Comité Económico y Social Europeo (CESE) y el propio ayuntamiento de Estrasburgo. En el encuentro, en el que hubo una elevada participación española, se concluyó que las empresas sociales pueden y deben desempeñar un papel más importante en el futuro de Europa, y se identificaron nuevas ideas y acciones para desbloquear su potencial “para un crecimiento inteligente, sostenible e inclusivo”, según se afirma en la Declaración de Estrasburgo, documento aprobado como conclusión del evento, y al que todo interesado se puede adherir con su propia firma.

“El modelo económico y social europeo debe reinventarse. Necesitamos un crecimiento que sea más justo, más ecológico y anclado en las comunidades locales. Un modelo que valore la cohesión social como una verdadera fuente de riqueza colectiva”, afirma la Declaración de Estrasburgo.

La contribución de la empresa social en Europa

Las empresas sociales se reconocen como un vehículo para la cohesión social y económica en toda Europa, ya que ayudan a construir una economía “plural y resistente de mercado”. Sobre la base de los puntos fuertes de una larga tradición de economía social, los emprendedores sociales son también “motores de cambio, y generan soluciones innovadoras a los grandes retos a los que nos enfrentamos hoy en día”, continúa la Declaración. “Actúan por el interés general, crean puestos de trabajo, proporcionan productos y servicios innovadores, y promueven una economía más sostenible. Se basan en los valores de la solidaridad y la autonomía, crean oportunidades y esperanza para el futuro”.

Las empresas sociales tienen muchas formas y tamaños, y se organizan en diferentes figuras jurídicas en toda Europa. Como se señala en la ‘Social Business Iniciative (SBI)’, de la Comisión Europea, estas empresas tienen entre sus características comunes la de tener un objetivo social y de interés general, a menudo con un alto nivel de innovación social; la reinversión de sus beneficios con miras a la consecución de ese objetivo social, y un método de organización o sistema de propiedad basado en la gobernanza democrática y la justicia social.

“Las empresas sociales ofrecen un modelo de negocio del siglo XXI, que equilibra las necesidades financieras, sociales, culturales y ambientales. Los emprendedores sociales son agentes de cambio, ya que sienten pasión por mejorar la vida de las personas y comunidades”, afirma la Declaración, que insiste: “Las empresas sociales funcionan. Son eficaces. No hay ninguna parte de Europa que no pueda beneficiarse de su existencia. En este momento de crisis económica y ante los retos de una población que envejece, el desempleo juvenil, el cambio climático y el aumento de las desigualdades, Europa necesita más empresas sociales”.

Una llamada a la acción para realizar el potencial de la empresa social

La Declaración de Estrasburgo admite que los gobiernos y los organismos públicos han comenzado a reconocer el poder del emprendimiento social. "Se están tomando medidas en muchos Estados miembros y las regiones para fomentar el crecimiento de las empresas sociales. En la UE, el SBI ha dado un primer paso positivo en la promoción de los ecosistemas" para estas empresas.

Sin embargo, el documento advierte que no hay que perder el impulso. Y para ello enumera las siguientes indicaciones para las instituciones de la Unión Europea y los Estados Miembros:

1. La UE debe desarrollar una segunda fase del SBI, que amplíe su ámbito de aplicación, profundice su aplicación en los Estados miembros, administraciones regionales y locales, organizaciones de la sociedad civil y los actores clave del ecosistema.

2. El Comité Económico y Social Europeo, la Comisión Europea y el Parlamento Europeo deben asumir plenamente y cumplir con las acciones sugeridas en Estrasburgo.

3. Tiene que haber un mayor compromiso a nivel comunitario, nacional, regional y local con los agentes sociales y la comunidad empresarial en la co-creación de nuevas políticas de apoyo a la empresa social, adecuadas a los contextos locales.

4. La Comisión debe garantizar su compromiso de crear un ecosistema de emprendimiento social que sea incorporado en sus políticas públicas.

5. En asociación con el sector de la empresa social, los Estados miembros, las autoridades regionales y locales deben apoyar plenamente el crecimiento de las empresas sociales y ayudar a su consolidación. Por ejemplo, a través de los marcos legales, el acceso a la financiación, la creación de empresas y el apoyo el desarrollo, la formación y la contratación pública.

6. Las instituciones europeas y los Estados miembros deben reforzar el papel de las empresas sociales en reformas estructurales para salir de la crisis, en particular allí donde la economía social esté menos desarrollada.

7. La Comisión, los Estados miembros y las regiones deben impulsar la coordinación entre los objetivos sociales y las empresas, para compartir conocimientos y prácticas. Del mismo modo, las administraciones públicas deberían cooperar mejor entre ellas y mejorar su capacidad para apoyar el crecimiento de la empresa social.

8. Los actores públicos y privados deben desarrollar una gama completa de instrumentos financieros adecuados para las empresas sociales a lo largo de su ciclo de vida.

9. Las empresas sociales necesitan mayor investigación y recopilación estadística nacional para una mejor comprensión, reconocimiento y visibilidad del sector, tanto entre los políticos como entre el público en general.

10. En esta nueva Europa, todos los actores tienen que buscar el crecimiento y la creación de valor a partir de una amplia perspectiva, mediante la inclusión de indicadores sociales y el impacto social positivo, e informen sobre el progreso social y económico.

En la página Web del evento está disponible la Declaración en distintos idiomas, así como vídeos del Encuentro celebrado a mediados de enero en Estrasburgo.

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