Actualidad del Observatorio Español de la Economía Social

25/04/2013

La asamblea de la Unacc hace un duro balance de 2012 y se marca como retos la transparencia, competitividad y el fortalecimiento de la marca cooperativa

La Unión Nacional de Cooperativas de Crédito (Unacc) celebró el pasado jueves, 18 de abril, en Madrid su Asamblea General Anual, a la que acudieron los principales representantes de las cooperativas de crédito en España. En ella, el presidente de la Unión, Carlos Martínez, calificó el 2012 como un año “muy duro”, ya que, según sus palabras, el sector “se ha visto sometido a un verdadero tsunami regulatorio, con cambios normativos realizados, la mayoría de las veces, mediante la fórmula de Real Decreto-ley, lo que da idea de la urgencia del momento”. Entre ellos destacan los ya conocidos como “decretos Guindos”, que han obligado al sector a realizar unas exigentes provisiones, “sin precedentes en la historia”, según explicó el presidente de la Unacc.

“Quién iba a decir hace unos años que nuestro país se vería obligado a pedir asistencia financiera externa en junio por un volumen de hasta 100.000 millones de euros, para salvar a algunas entidades de crédito”, mencionó Martínez. “Los hechos se han precipitado a tal ritmo, que hemos sido espectadores de la recapitalización de las entidades con problemas, la creación de la Sareb, la unificación de los fondos de garantías de depósitos que han debido realizar derramas para arbitrar soluciones al problema que generó la comercialización de las preferentes, y el establecimiento de mecanismos de reestructuración y resolución de entidades de crédito”.

Nuevo mapa de las cooperativas de crédito

En este contexto, Carlos Martínez señaló que el sector al que representa “ha vivido una nueva etapa en el proceso de consolidación, que está dibujando un nuevo mapa de las cooperativas de crédito”. Desde 2008, el número de cooperativas de crédito en España ha pasado de 81 a 68, que se quedarían en 40 al hacer el recuento en base a grupos consolidables, según los datos aportados en la Asamblea.

Sólo en 2012 se ha producido la fusión de Caja Rural de Burgos, Segovia, Fuentepelayo y Castelldans en una sola entidad; la fusión por absorción de Caja Rural de Castellón por parte de Cajamar; la unión de Caja Laboral e Ipar Kutxa y la creación del grupo consolidable Cajas Rurales Unidas, que integra 22 cooperativas de crédito.

De esta forma, existen 68 entidades, pero 31 de ellas están incorporadas en los tres grupos consolidables que existen en la actualidad. Según el presidente de la patronal de las cooperativas de crédito, “esta crisis va a marcar un antes y un después en el sistema financiero, pero ahora y en el futuro la banca cooperativa tiene mucho que decir. Porque sabemos hacer banca, banca de calidad, la banca con mayúsculas. Esa banca tranquila y aburrida que, durante la crisis, todo el mundo echó de menos y por la que ahora abogan todas las voces”.

“Dar crédito y captar depósitos debe ser la esencia de cualquier entidad de crédito y siempre ha sido nuestra filosofía de negocio. Ahora que todos han comenzado a competir en este sector con más fuerza tenemos que reaccionar. Nuestro sector debe estar a la cabeza, sabiendo hacer valer el conocimiento que posee del cliente y de la región en la que opera”, aseguró el presidente de la Unacc.

Retos para este ejercicio

Durante su intervención, Carlos Martínez resumió en tres los desafíos importantes que tiene por delante el sector. En primer lugar, la transparencia: “El buen gobierno corporativo debe ser nuestro sello de identidad. La publicación del Real Decreto 256/2013, de 12 de abril, por el que se incorporan a la normativa de las entidades de crédito los criterios de la Autoridad Bancaria Europea de 22 de noviembre de 2012, sobre la evaluación de la adecuación de los miembros del órgano de administración y de los titulares de funciones clave, es importante. Ahora resulta imperioso establecer y dar a conocer un sólido modelo de gobernanza de las cooperativas de crédito, que se rija por la profesionalidad, la transparencia, la eficacia y la defensa de nuestros socios”, aseguró.

En segundo lugar, el presidente afirmó que es necesario seguir mejorando tanto en los ratios operativos como en los de eficiencia. “Aunque sea difícil, porque nuestras oficinas están ubicadas en zonas poco pobladas, debemos establecer estrategias y desarrollar nuevas iniciativas que nos hagan más competitivos”, reiteró.

Por último, subrayó la importancia de la marca de las cooperativas de crédito: “Es necesario seguir trabajando en ahondar aún más en la estabilidad de nuestro capital y anticipar cuantos pasos sean necesarios en aras a demostrar que la marca de las cooperativas de crédito es una garantía de calidad y confianza del cliente. Se lo debemos no sólo a los más de 2 millones y medio de socios que cada día creen en nosotros, sino a nuestras propias entidades, algunas de ellas con más de un siglo de buen hacer a sus espaldas”.

Volver